Rafa Nadal es un super tenista, con un amor propio, capacidad de lucha y superación nunca antes visto. Tiene una fortaleza mental a prueba de bombas.

Pero si has visto jugar a Roger Federer, es la perfección, la naturalidad, la fiabilidad…puede jugar horas y apenas sudar en el partido…es un auténtico espectáculo.

Podría seguir y seguir porque estas y otras muchas son las situaciones que se repiten en la mayor parte de las pequeñas y medianas empresas o áreas de desarrollo de negocio de muchas empresas.

ES HACER FÁCIL LO DIFÍCIL…CON UNA NATURALIDAD PASMOSA

Cuando afrontamos el reto de buscar NEGOCIO, de atraer CLIENTES y conseguir VENTAS, tratamos de buscar los caminos más largos y sinuosos, los más pedregosos y escarpados. Apoyados en lo que NOSOTROS compraríamos, en lo que supuestamente funciona, en lo que hace la competencia o en lo que está de moda.

Al llegar al mercado, al acceder a los clientes… Boom, llega la decepción. No les gusta como esperábamos, no lo compran. ¿Quizás es caro? ¿Es cosa de los vendedor@s?, ¿hay que invertir más en publicidad?.

Todo ello sin mirar a nuestro alrededor, sin hacer una estrategia de más FÁCIL a más DIFÍCIL.

¿Por qué nos gusta complicarnos la vida, cuando es mucho mejor hacérnosla FÁCIL?

  • Porque lanzar un producto de forma masiva sin probar en un entorno pequeño y controlado
  • Porque buscar colaboradores y vendedores a granel cuando los tienes dentro de la empresa
  • Porque tratar de vender miles en lugar de empezar por el primer euro
  • Porque gastar horas y dinero en publicidad y dedicación a vender dando cañonazos para cazar moscas
  • Porque buscamos la solución feliz, el consejo que cambiara todo, el pelotazo que genera ventas rápidas a precio de oro que luego no se mantienen en el tiempo

Si los CLIENTES los tenemos a la vuelta de la esquina, si los productos/servicios están tan cerca y tan baratos que apenas podemos tocarlos… Porque lo hacemos tan DIFÍCIL.

Es mejor hacer FÁCIL lo DIFÍCIL.

¿No crees?