1.-TU PRINCIPAL LADRÓN ERES TÚ
Has leído bien, nadie más que tú es el principal ladrón de tu dinero. Podría decirte que tus conocimientos del sector, del mercado, te harán salir adelante en momentos complicados, que cualquier crisis de dinero podrás superarla, pero sería una gran mentira…y no estoy aquí para mentirte.
Eres tú el super jefe que se pone la capa y pone todo patas arriba para conseguir “salvar” el negocio, el que lo impulsa a crecer o vender con menos márgenes, el que acelera un servicio para conseguir cobrarlo antes o el que contrata más financiación para tener un colchón (que luego rellenas, más adelante veremos por qué ocurre).
2.- LO PERSONAL Y LO PROFESIONAL
Cuando hablamos de apagar incendios, de una vida de frustración y problemas personales no es una metáfora, ni una exageración. Está más que demostrado que los problemas financieros de tu negocio se trasladan a tu vida personal.
Duermes mal, estás irritable, buscas la soledad y aislarte, cualquier gasto en casa lo extrapolas al negocio. En definitiva, vives en un estrés financiero 24 horas que te afecta a ti y a los tuyos con problemas, muy a menudo, difíciles de superar.
3.- PERSONA, EMPRESARIO O SUPER HÉROE
Cualquier empresario que se levanta cada día, que se pone la capa de superhéroe cuando toca, necesita contar con una gran energía para sacar su día adelante. Tener buena salud es vital y contar con esa energía física te permite desplegar tus poderes.
En tu negocio, esa energía es el dinero. Sin dinero no podrás desplegar tus super poderes. Es la base para generar y desarrollar tus ideas. Sin suficiente dinero somos esclavos del negocio que hemos creado.
4.- ¿CRECER ES LA SALVACIÓN?
Cuanto más vendes, mejor para el negocio. Seguro que te suena esta afirmación.
Nadie te cuenta la mitad (más importante) de la ecuación. Cuando te das cuenta de ella ya estás hundido en el fango.
El fango aparece cuando tus ventas bajan, un gran cliente se larga, una operación se la lleva la competencia o empiezas a perder clientes acuciados por la crisis económica.
El fango también aparece cuando tus ventas crecen hacia un negocio más grande en ingresos y también en gastos. Más grande en estructura, personal, que necesita más clientes y más ingresos. Si este crecimiento se reduce o se detiene, volver a reducir es muy difícil y traumático, lo que se traduce en una huida hacia adelante con los pies llenos de fango.
5.- NEGOCIOS MÁS GRANDES PROBLEMAS MÁS GRANDES
Más del 60% de los negocios fracasa en los primeros cinco años. Lo mejor es que estos empresarios que fracasan pronto, en realidad, son afortunados. La mayoría de negocios que sobreviven y crecen se envuelven en deudas y las personas que los dirigen viven envueltos en tiempos, agobios y estrés. Viven una PESADILLA FINANCIERA.
Estos negocios que van madurando viven con la idea de que, si crecen más, conseguirán mayores economías de escala y, al final (muy al final) más beneficio.
Dejamos la ganancia para el final, si este año no llega será el siguiente porque estamos creciendo y reinvirtiendo. Haciendo una estructura más grande que obliga a más clientes y de mayor tamaño.
En estos 5 puntos observamos un denominador común, un patrón que se repite constantemente para provocar esta situación de pesadilla financiera.
• Muchos empresarios olvidan cuál es el objetivo principal de su negocio: GANAR DINERO.
Y Siempre dejan para el final obtener beneficios, entonces, si es posible, si toca la lotería y queda dinero en la cuenta, toman beneficios sino…más adelante, cuando se pueda.
Quédate con esta idea porque cambiará toda la estructura de tu negocio y es una de las claves para generar dinero.
Para orientar tu negocio hacia el beneficio como punto principal, es necesario tener una fotografía clara de si tu negocio genera beneficios. No me refiero a un extracto contable o al saldo de tu cuenta.
• TUS FINANZAS – TU NEGOCIO
Lo primero que debes saber es que tengas la tranquilidad de que no eres el único.
Yo soy el primero que odiaba las finanzas, no soy ningún super experto y las utilizaba de pasada cuando no había más remedio, mientras tanto, lo que hacía el contable o el asesor eran más que suficientes.
Les tomé tanta manía que dirigí mi carrera por el área de ventas y marketing…hasta que me di cuenta que me gustaban, que se me daban bien y que huía de ellas porque eran demasiado complejas y muy lentas.